13 de marzo de 2014

Te concedo un minuto



Te concedo un minuto.
Un minuto para resumir tu deseo, 
para dibujar con palabras lo que quieres de mí.

Te concedo solo un minuto.
Un minuto para que puedas desparramar tu alma y hacer resbalar tu emoción.

Un minuto, no es mucho, lo sé. Pero en este tic tac del reloj 
te permito quitarme las cuerdas que me atan a la incredulidad.
Te dejo que me digas que puedo dejarme llevar, 
que puedo dejar que el amor me sature y me invada.

En cambio, vida mía, si no puedes dibujar tus sentimientos, 
ni desparramar tu alma, ni liberarme de la incredulidad...
Si no puedes saturarme de amor, entonces nada... 
Me veré obligada a concederte toda mi vida para que algún día,
en cualquier momento, tengas un minuto para mí.