26 de abril de 2014

ACERCA DEL AMOR



Y quizás el amor sea así.

Hemos decidido que el torrente de emociones y felicidad inconmensurable al estar al lado de esa persona es la idea neta del amor. Hemos pensado que el corazón debe latir a un ritmo capaz de nublarnos la vista. Hemos establecido reglas que ninguno ha demostrado porque es inútil materializar lo que no lo es. Se establecen tantas creencias al respecto que el amor se ríe insensatamente de nosotros.


La mirada ardiente, la imaginación que vuela, el nerviosismo que nos descompone, los ojos que brillan y se pierden en el vacío... Eso pasa; A veces. Cada uno vive el amor a su manera. Después de unos años el amor se cambia de ropa. Se vuelve más clásico, en ocasiones es arriesgado, llamativo, discreto, elegante, impúdico... y a veces pasa hasta desapercibido.


Crece a nuestro lado y va llevándose todos los golpes, felicitaciones, besos y patadas. Por momentos se va de viaje -cansado- y en otros está al pie del cañón. Desaparece sin tan siquiera despedirse -altivo y maleducado- y nos deja indefensos frente al miedo del adiós. Lo vemos asomarse desde la esquina y le sonreímos para que no se aleje demasiado y se nos pega como una lapa y no nos quiere soltar de la mano.


Y, como sucede cuando se nos prohibe algo, las ganas de mirar hacia atrás son inmensas. Pensamos en el ayer, en el origen y no conseguimos nada. Somos tristes y melancólicas estatuas de sal que desean algo que ya no es. Es la respuesta que no queremos oír, la pregunta que no deberíamos hacer. Es saber cómo va a terminar la frase, el jersey que escogería o el perfume que ya no usa. Es un lento caminar hacia el callejón donde, aun estando tan perdidos, podemos resurgir de nuevo. Luego pasa, respiras de nuevo, asimilas la belleza -esa que antes te cegaba y que luego se volvió invisible de tan evidente y cotidiana-, todo gira a su alrededor y fluye con naturalidad.


Estar sin. A veces se piensa. Sin. Sin tantas cosas. Para vivir se necesita nada: justo eso. La vida sigue. Las cosas surgen, acaban, se transforman, se deshacen, se mejoran, se pierden. Hoy te encuentras mal, mañana te sientes atrapado, ahora estás bien de nuevo, estás aliviado, te sientes feliz. Pero la vida sigue siempre como base y razón de todo.


Aún no he aprendido mucho acerca del amor. Es cierto. Y es que tampoco he aprendido mucho acerca de mí misma. Aunque, pensándolo bien, puede ser que el amor sea así. Justo así.