5 de marzo de 2012

Sin musas

   Cuando pienso en algo muy bueno, en una sensación que no te deja indiferente, que te tranquiliza y te mueve a hacer algo con un ánimo valiente, se me ocurren varias posibilidades. Pero ayer, viendo una película, me di cuenta de algo: lo inspirador. Las cosas, las personas, las frases, los paisajes... todo aquello que mueve tu espíritu y te inspira es sagrado. Hay que cogerlo, guardarlo y sobre todo no olvidar el mensaje oculto que nos ha mandado (aunque seamos nosotros los que decidimos si hacer caso o no a esas señales o estímulos, claro está). 

   En fin, como la inspiración no siempre viene de las musas, hay que currársela un poquito. En estos días que vienen he pensado en cambiar un poco la estructura de mis relatos. Vamos a probar, ¿quién sabe lo que puede salir de aquí? 



   Tres días con Samuel Smiles. Este escritor que vivió en el S.XIX  y por poco no cumple un siglo, tiene citas célebres que versan sobre el optimismo y tienen la capacidad de alegrarte el día. No sé si tendrá algo que ver con su apellido, pero he decidio que sería una buena opción para empezar a crear algo. 

   Mañana publicaré el primer relato de los tres que formarán la serie: Tres días con Samuel Smiles. Espero que lo disfrutéis. Yo, por mi parte, espero fortalecer los músculos de mi imaginación, ¡que falta me hace!

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